Una mujer australiana heredó de su padre casi 9,000,000 de dólares, pero debe cumplir con una condición: tiene que conseguir un trabajo. En caso de no lograrlo, también puede optar por ofrecerse como voluntaria en alguna actividad que contribuya a la sociedad.
Clare Brown, residente de la ciudad de Sydney, se presentó a la Justicia para impugnar la última solicitud de su padre ya que se niega a cumplir con esa cláusula.
Como argumento, la mujer alega que padece de TDAH de alto funcionamiento (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) algo que le impide mantener un trabajo a largo plazo.
En declaraciones al programa estadounidense “A Current Affair”, Brown le rogó a su familia los exactamente 8.355.539 de dólares que le quedaron de la fortuna de su padre: “Denme lo que es mío por derecho. Estoy sufriendo”. Y alterada agregó: “¿Pueden por favor dejar de decir ‘consíguete un trabajo’? Eso no va a suceder”.
Brow tuvo una infancia y adolescencia privilegiada ya que su padre fue un exitoso corredor de bolsa y acumuló una gran fortuna a lo largo de su vida. Aun así el hombre quiso enseñarle el valor del dinero a su familia.
Con ese objetivo cuando la mujer se independizó y fue a vivir sola, su padre le concedió una asignación semanal de “solo” 500 dólares australianos semanales, lo que equivale a unos 348 dólares, una suma muy superior a lo que podría ganar un trabajador promedio.
A pesar de esto, a Brown esa cifra no le alcanzaba para cubrir sus gastos y decidió pedir beneficios sociales del gobierno ya que, según su testimonio, su padre “seguía presionándola” y “abusaba financieramente” de ella.
Con la muerte de su padre, la mujer afirma que está en una situación desesperante porque ya no percibe la asignación semanal. Ahora vive gracias a la asistencia social que recibe su esposa, Lauren, mientras crían a su hija de un año en Mount Druitt.