La sandía es una fruta que la naturaleza nos brinda en los meses más cálidos del año y esto aporta a nuestro organismo los nutrientes que éste necesita de forma más específica en una determinada estación.
La mejor prueba de esto es que la sandía contiene más del 90% de agua y por lo tanto nos ayuda fácilmente a recuperar la pérdida de líquidos y a mantener un óptimo grado de hidratación.
Si bien este efecto es muy importante, debido a los múltiples beneficios medicinales de la sandía ésta nos ofrece otros numerosos beneficios, veamos a continuación cuáles son:
Por su contenido en licopeno, el consumo habitual de sandía nos ayudará a prevenir el cáncer de pulmón, estómago, vejiga urinaria, cuello del útero y próstata. También disminuye el nivel de colesterol y al tratarse de una sustancia con actividad antioxidante contrarresta el daño ocasionado por los radicales libres y previene el envejecimiento prematuro, así como múltiples enfermedades degenerativas.
El efecto antioxidante del licopeno se ve potenciado por las vitaminas A y C, las cuáles también actúan como potentes antioxidantes.
La vitamina C contenida en la sandía nos ayuda a mantener en forma nuestro sistema de defensas y además permite la síntesis endógena de colágeno y elastina.
La vitamina A de la sandía, junto con su alto contenido en agua, nos ayudan a mantener la piel hidratada y saludable, protegiéndola de todos los daños ambientales.
Por su alto contenido en agua y potasio (además de su baja proporción de sodio), la sandía es una de las frutas más diuréticas. Esto resulta especialmente útil para mejorar el control de la hipertensión arterial, disminuir las toxinas en enfermedades como la gota y tratar de forma natural la retención de líquidos.
Además de poseer un potente efecto diurético, esta fruta contiene únicamente 32 calorías por cada 100 gramos, por lo tanto puede emplearse la sandía para adelgazar ya que nos ayudará a lograr más fácilmente nuestros objetivos.
Por su contenido en agua y fibra la sandía es idónea para mantener lubricado el tracto gastrointestinal y prevenir de forma natural el estreñimiento.
La sandía aporta muchas vitaminas del complejo B, estas vitaminas son imprescindibles para metabolizar adecuadamente los hidratos de carbonos, lípidos y proteínas, además previenen la transformación de los carbohidratos en grasas y regulan el sistema nervioso.
Se trata de una fruta muy importante para los deportistas ya que contiene minerales como el potasio, manganeso, magnesio y calcio, los cuales son imprescindibles para una adecuada contracción y relajación muscular.
Del mismo modo la sandía es extraordinaria tras la sesión de entrenamiento porque nos ayuda a reponer nutrientes de forma muy rápida, además, gracias al fósforo contribuye a la formación de nuevo tejido muscular.
Por su contenido en fósforo la sandía es una fruta ideal para el crecimiento de los más pequeños, ya que éste mineral es imprescindible en la formación de huesos y dientes.
Comer sandía durante el embarazo facilita la digestión y problemas como la acidez y ardor de estómago que pueden darse durante este período.
Otros de los beneficios de la sandía en el embarazo es su capacidad para mantener a la madre bien hidratada, aliviar las náuseas matutinas y ayuda al cuerpo frente a los cambios que experimenta, los cuales pueden provocar calambres.