Las inundaciones en Pakistán dejaron bajo las aguas pueblos enteros, incluidos sus cementerios, lo que ha convertido en un reto la búsqueda de un lugar seco donde enterrar a los muertos, que solo por esta tragedia ascienden a más de 1.600.
Con poco más de 300.000 habitantes, la ciudad de Khairpur Nathan Shah, en la provincia meridional de Sindh, se encuentra aún aislada por las aguas. Solo se puede acceder en una embarcación, carece de electricidad por las inundaciones, y más del 95 % de la población ha buscado refugio en otras localidades.
\"Toda la ciudad ha estado bajo el agua. Durante el pico (de las inundaciones) el mes pasado las aguas alcanzaron en algunos lugares los 3 metros de altura, en otros dos metros, y un metro de mínimo\", dijo a Efe el subcomisario de la localidad, Sona Khan Chandio.
Más del 60 % de la ciudad permanece inundada, \"en algunas zonas altas ha comenzado a secarse, pero en los cementerios (en esas áreas) uno no puede enterrar a sus seres queridos porque el terreno está húmedo y embarrado\", precisó a Efe Yaseen Abbasi, comisionado adjunto del distrito de Dadu, al que pertenece Khairpur Nathan Shah.
Los principales cementerios se encuentran en las zonas bajas más afectadas por las inundaciones.
Las propiedades o la vida
Pese a que se dio el aviso de abandonar la ciudad, más de 5.000 personas decidieron quedarse por miedo a que les robaran sus propiedades. De ellos 35 perdieron la vida y un millar resultaron heridos, según dijo a Efe el administrador local Saeed Ahmed.
\"Lo que poseen los pobres es lo que se han ganado a lo largo de su vida, así que no lo dejan ni aunque les cueste la vida\", agregó.
Muchas familias se han instalado en carreteras, y viajan en bote durante el día para proteger sus pertenencias, aunque luego regresan al caer el sol.
Para enterrar a sus muertos, las familias deben trasladarse en bote unos siete kilómetros para luego realizar un viaje por carretera hasta el cementerio más cercano, situado en la ciudad de Dadu, a unos 43 kilómetros.
Por el traslado de un cadáver, los barqueros cobran una tarifa hasta seis veces más alta que la habitual.
\"Mi hermano murió de noche y me cobraron 8.000 rupias (unos 35 dólares) por llevar su cuerpo en bote\", lamentó a Efe Abdullah Faiz, vecino de la localidad que tuvo que pedir dinero prestado para darle el último adiós.
Además, con el agua rodeándole a un metro de altura y el servicio de telefonía móvil cortado, tuvo que recorrer a pie el lugar en medio de las inundaciones para localizar la embarcación.
\"Fue una pesadilla que nunca olvidaré\", recordó.
cementerios sumergidos
Los dos cementerios principales de la ciudad, donde reposan entre 5.000 y 6.000 personas, podrían haber desaparecido por completo tras las inundaciones.
\"Todavía no conocemos el estado de las tumbas, ya que están bajo el agua, pero es posible que ahora (el terreno) sea plano como un campo de críquet\", subrayó el administrador local Ahmed.
El funcionario advirtió que, pese a que el agua está empezando a retroceder, hay gente que sigue muriendo debido a enfermedades relacionadas con el agua estancada, donde proliferan los mosquitos que transmiten la malaria o el dengue.
\"Alrededor de 30 personas han muerto a causa de enfermedades transmitidas por el agua en la ciudad hasta ahora\", agregó Ahmed.
Desde el inicio de las inundaciones a medios de junio en Pakistán, al menos 1.666 personas murieron, incluidos 615 niños, y casi 13.000 resultaron heridas, afectando además a 33 millones de personas, según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres.
Esos datos no incluyen los casos de enfermedades relacionadas con las aguas estancadas, que han causado solo en la provincia de Sindh 345 muertos, mientras que 3,3 millones de personas tuvieron que recibir tratamiento médico.
\"¿Cómo podemos quedarnos en una ciudad donde los mosquitos deambulan libremente y las enfermedades se propagan como cualquier cosa?\", se preguntó el funcionario.