El Tribunal de Atención Permanente de la provincia Duarte conoce esta tarde la solicitud de medida de coerción a cinco empleadas del Centro de Atención a la Primera Infancia (Caipi) Pueblo Nuevo, de San Francisco de Macorís, por el caso de un niño fallecido en esa unidad de cuidado.
Por la muerte de Maikel Esmil Castro Álvarez, de un año y 10 meses de nacido, son imputadas: Carmerys Liriano de Candelier, encargada administrativa; Elena Hernández Muñoz, técnico territorial; Yanina Rojas Moronta, coordinadora de agente educativo; Rosmery Cross Olivo, maestra, y Katerin Castaño Bautista, asistente de maestra.
Las imputadas fueron llevadas a la sala de audiencia con el rostro cubierto y utilizando abrigos.
La muerte del infante de aproximadamente dos años de edad, ocurrió el pasado 2 de septiembre, mientras se encontraba jugando con un carro.
El informe preliminar del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) establece que el niño falleció a consecuencia de asfixia mecánica por ahogamiento, además de contusión epicraneal en región occipital.
El expediente del Ministerio Público establece que el hecho se produjo por la torpeza, imprudencia, negligencia, e inobservancia de los reglamentos del personal responsable de los niños.
Por lo que las implicadas en el caso enfrentan cargos de homicidio involuntario, abandono y maltrato a menores de edad, tipificado y sancionado en los artículos 319 y 351, párrafo 2, del Código Penal.
El órgano acusador solicita al Tribunal tres meses de prisión preventiva para las cinco imputadas.