La eliminación de exenciones fiscales, incentivos y la creación de nuevos impuestos suponen los puntos más controversiales de la eventual reforma fiscal, mediante la cual que se busca aumentar las recaudaciones del Gobierno.
La formulación de una propuesta integral de reforma fiscal avanza. Pero, mientras el Gobierno revela la esperada propuesta, han transcendido algunos puntos como la intención de recaudar de unos 115 a 120 mil millones de pesos, es decir, el 1.5% o 1.7 del Producto Interno Bruto.
Lograrlo implicaría la eliminación de exenciones e incentivos, así como ampliar la base del ITBIS. Lo que para economistas, como el decano de economía de la UASD, Antonio Ciriaco, debe ser visto con cautela sobretodo en sectores como educación, alimentación, cultura, comprar por Internet y otros.
Legisladores también plantean sus consideraciones sobre la eventual reforma fiscal. Subrayan se debe cargar al que más puede.
"Esta reforma debe impactar a los que más tienen para que paguen mayor impuesto y generar las condiciones de disminuir esa cantidad de impuestos en los que menos tienen", afirma el diputado oficialista Ramón Raposo.
Mientras que para el congresista Rogelio Alfonso Genao entienden que hay que revisar todos los incentivos debido a que, según indica, estos beneficios no deben convertirse en una vía eterna para que crezca el sector.
Coinciden en que cualquier propuesta en ese sentido debe evitar presionar aún más a la clase media.
De acuerdo con las informaciones que han trascendido sobre el proyecto de reforma fiscal, su objetivo principal es invertir mejorar aspectos como la seguridad ciudadana, sistema de transporte, salud y seguridad social, así como el acceso a agua, saneamiento y la capitalización del banco central.
