Decenas de ciudadanos se daban cita a los camposantos del país por conmemorarse este 2 de noviembre el "Día de los Fieles Difuntos"
Santo Domingo. Un arreglo de flores identifica a lo lejos a quien se dirige al camposanto, donde yacen sus seres queridos. El tradicional “Día de los Difuntos” convoca a quienes tienen atesorados en estos camposantos recuerdos de los partieron físicamente.
Recordar aquellos que se fueron por distintas razones afloraba emociones en la mayoría de los que, desde temprano, se dirigían a cementerios como el Cristo Redentor.
“Nosotros perdimos hace 20 años a nuestro hijo. Murió mientras intentaba salvar a una vecina que se estaba electrocutando. Tenía 25 años” cuenta Gregoriana del Rosario, mientras recuerda a su hijo Henry, cuya tumba visitaban este jueves.
En el cementerio Cristo Redentor también descansan figuras históricas como José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, así como Johnny Ventura, el Caballo Mayor, que debido a lo reciente te de su fallecimiento todavía mueve a que sus seguidores lo recuerden.
“No me perdía sus fiestas y tengo todos sus discos. Llegué a conocerlo a él y parte de su familia. Hoy visito la tumba de mis padre y decidí pasar por la del Caballo”, afirmó Mario Corporan.
El día de los muertos también es esperado por vendedores y los zacatecas o los que acondicionan las tumbas.
Fausto Jiménez, vendedor de flores contó que oferta arreglos florales desde los 150 pesos, para motivar al comprador y que sus ventas no se vean tan mermadas como ha venido ocurriendo en los últimos años.
Las labores de limpieza se realizaban desde temprano en el Cristo Redentor y en sus inmediaciones era notoria la seguridad, así como largos taponamientos en la vía de acceso al camposanto.
En horas de la tarde el flujo de visitantes en los distintos cementerios de la ciudad era mayor.
Origen de la conmemoración
Esta efeméride fue instituida en el año 998 por el monje benedictino San Odilón de Francia, siendo adoptada por Roma en el siglo XVI y posteriormente difundida en todo el mundo. Aunque tiene su origen en el catolicismo, personas de todo el mundo visitan casa dos de noviembre los camposantos para recordar a sus seres queridos.